«Hagas lo que hagas, pon el corazón» No te conformes, busca la mejora continua.
Aumentar la competencia, cambiar los métodos de trabajo, la crisis de salud, crear una nueva oferta de servicios…cualquier factor puede ser un catalizador para el cambio en una empresa y cada uno de ellos debe ir acompañado de una sólida comunicación interna y una actitud proactiva.
«Nada es permanente a excepción del cambio»
Las personas experimentamos el cambio como parte de nuestra vida diaria, al igual que lo hacen las empresas. Pero debemos diferenciar entre los pequeños cambios operativos que tienen lugar con regularidad y las redirecciones estratégicas drásticas que alteran profundamente las organizaciones y su funcionamiento.
¿Por qué decidimos cambiar?
La mayoría de las empresas necesitan cambiar y renovarse para tener éxito de forma sostenible a largo plazo. Digitalizar nuevos procesos de trabajo, adaptarse a desarrollos legislativos, aumentar la presión competitiva, realizar fusiones y reestructuraciones, crear una nueva oferta de servicios, subcontratar un departamento… hay una gran variedad de catalizadores potenciales de cambio.
La pandemia ha colapsado muchos aspectos de la economía, pero también ha llevado a miles de empresas a reinventarse, modificar su modelo de negocio o simplemente crear nuevos productos y servicios que de otro modo nunca hubieran pensado lanzar. Así pues, cambiamos para adaptarnos, pero también cambiamos para progresar. ¿Qué empresa no sueña con mejorar, aprender de sus errores, ofrecer novedades y acelerar su crecimiento mientras los competidores se quedan atrás?
Todo comienza con una pregunta: ¿mi empresa necesita evolucionar para cumplir su misión a medio y a largo plazo? Si la respuesta es que sí, hay que ponerse manos a la obra. Es el momento de planificar todos los cambios necesarios y diseñar el desarrollo de los mismos al detalle.
Factores de cambio
Casi siempre el cambio comienza con la conciencia de que existe una desconexión entre los objetivos de una empresa y los medios que está implementando para conseguirlos.
Hay muchos factores potenciales que influyen al cambio:
- Desconexión tecnológica
- Limitaciones del mercado, de la competencia o de los accionistas
- Evolución de la cultura de la empresa, de sus valores
- Cambios en las legislaciones
- Empresa poco adaptada al entorno
Los factores de éxito
Cualquiera que sea el factor de cambio, los de éxito son fáciles de identificar:
- Una comunicación consistente durante todo el proyecto para compartir desafíos y cualquier progreso
- Personalizar los objetivos de todos los empleados y destacar los beneficios que pueden obtener: menos tareas repetitivas, procesos simplificados, mejor gestión del tiempo…
- Pedir opiniones a los empleados de forma regular y tenerlos en cuenta a la hora de gestionar el proyecto
- Asegurarse que todos los factores de cambio se han tenido en cuenta y que los encargados de la transformación supervisen el plan de acción de forma correcta
Cambio forzado vs cambio elegido
Tanto si el cambio es forzado como si se elige, su objetivo casi siempre es el progreso y la mejora. Y en cualquier escenario, el éxito nunca está garantizado.
Un estudio de Harvard Business Review, muestra que la mayoría de los cambios empresariales fracasan, no por razones presupuestarias o materiales, sino por razones humanas, es decir, actitudes de los empleados y comportamientos de los altos mandos.
Imaginemos una empresa que opera a nivel internacional y que planea lanzar una nueva herramienta (por ejemplo, una herramienta de marketing). Pero requiere que los empleados cambien sus hábitos, aprendan nuevas prácticas y se adapten. Es vital apoyarlos en este proceso, ya que éste es precisamente el objetivo del cambio: contrarrestar la resistencia al cambio a los proyectos de innovación. Apoyar el desarrollo de los empleados y mantenerles informados son acciones igualmente vitales.
¡Comunícate para lograr un cambio efectivo!
Un punto crucial en la gestión del cambio es la comunicación frecuente y personalizada con los empleados. Independientemente de si los empleados están trabajando a distancia, en oficinas flexibles o acuden a la oficina diariamente, todos deben estar alineados y con acceso a la misma información. Para ello, las firmas de correo electrónico son una herramienta eficaz. Con una buena estrategia de comunicación y un poquito de creatividad, se puede informar y motivar a los equipos de trabajo. Las firmas corporativas tienen un amplio potencial. Proporcionan un canal legible, coherente y accesible para impulsar los cambios.
Una solución como StampyMail ofrece la posibilidad de crear diferentes comunicaciones para las firmas de correo. La firma del equipo de recursos humanos puede desplegar campañas internas con asiduidad y promover el cambio poco a poco sin complicaciones.
Mantener una comunicación fluida con el equipo y la forma de transmitir la información son cruciales para conseguir todo lo que nos propongamos. Por eso, las firmas de correo electrónico como canal de comunicación siempre suma y complementa. Si tu empresa está experimentando un cambio importante prueba a comunicarlo con StampyMail. El éxito del cambio depende de todos, haz a todos partícipes de ello.
Si te ha gustado «pilotando el cambio hacia el éxito», visita nuestra Web de StampyMail y echa un vistazo a los demás temas de nuestro blog. ¡Seguro que muchos te resultan interesantes! También puedes consultar todas nuestras novedades en nuestras redes sociales: LinkedIn, Facebook, Instagram